Hoy queríamos escribir un post algo distinto de los
habituales dado que la semana pasada, Cooking and Disfruting estuvo por tierras
africanas. Esta ha sido nuestra primera vez en lo que se puede considerar el
África profunda puesto que hasta el momento sólo nos habíamos dejado caer por
Marruecos.
La primera parada fue Dakar (Senegal), una ciudad que está lista para eclosionar e introducirse en el mundo
moderno pero todavía mantiene eso que la hace especial, distinta, exótica…Sus calles son
un caos, sucias, llenas de arena, lo mismo
encuentras motos, coches, caballos, es un todo vale..Sin embargo la gente o
simplemente la esencia de la ciudad te consigue seducir.
Su gastronomía es una de la
mejores de África, es sencilla y está basada en los cereales como el arroz o
sus derivados como el cuscús, que acompañan a los pescados muy presentes al ser
un país costero. El plato nacional es el Tiéboudienne
que es un pescado de allí acompañado de legumbres y arroz. En las bebidas, Flag
es su cerveza nacional, que es suave y fácil, y por supuesto no nos olvidamos del
bisap, una bebida que tiene un color violeta, hecha a base de agua y hojas de
Hibiscus.
La ciudad tiene una oferta
amplia de restaurantes de diferentes cocinas mundiales, desde una parrilla
argentina hasta un restaurante oriental sin olvidarse de sus antiguos
compatriotas franceses a los cuales puedes ir dando un paseo sin problema
puesto que la sensación de seguridad es permanente.
Si alguna vez el destino os depara el ir por allí, os
damos un nombre, Le Lagon, restaurante ubicado en un muelle encima del mar
donde ofrecen comida marinera, desde rabas riquísimas hechas como si
estuviéramos en el mismísimo Bilbao hasta una dorada a la espalda hecha con ajo
y guindilla, pasando por gambas o merluza a la romana..
Nuestro siguiente destino fue Guinea Conakry que sin duda es otro mundo, un clima tropical, rodeada de mar y
donde el agua corriente o la electricidad no han llegado a la población. Todo son chabolas en donde la gente se lava y cocina
en unos baldes en el exterior, esa la mezcla de pobreza, suciedad, calor, desorden
es una continua agresión a los sentidos…
Como punto a favor, la gente, muy abierta y deseosa de
conocer extranjeros dispuestos a trabajar con ellos en el desarrollo del país.
Su oferta culinaria es menos amplia que la de Senegal,
el cuscús y el arroz vuelven a aparecer como base de la dieta y esta vez el
pollo y el pescado les acompañan. Como platos típicos más pintorescos el Topogie, que son unas berenjenas con una salsa hecha con las hojas de la
planta de la patata, o el Atiéké a base de mandioca con pescado.
La ciudad no ofrece casi restaurantes al uso, si
algunos bares y sitios donde comer aunque desde luego hay que ir con cuidado
con lo que te llevas a la boca. Por otro lado, en
los pocos hoteles que hay, existe la posibilidad de comer comida Europea pero
nada apetitosa.
África es algo único, tan diferente, tan caótico,
tanto por hacer… pero a su vez es mucho mejor de lo que esperabas en otras
tantas cosas… su gastronomía es una de ellas.
Esperamos haberos sabido transmitir algunas de las
sensaciones que tuvimos en nuestro viaje a África y si una cosa sabemos segura,
es que volveremos..
0 comentarios:
Publicar un comentario